No hay nadie más cachondo que Dave London, que ha vuelto al callejón para actividades más sórdidas con la clientela local. Siempre a la caza de un nuevo culo para follar, se queda un rato pero pronto el musculoso Sam Wallis aparece a la vuelta de la esquina. Caminando hacia el tipo relajado, Sam deja claras sus intenciones y si eso se pasó por alto, entonces caer de rodillas seguramente hará el trabajo. Compartiendo las pollas duras del otro en sus bocas, los dos hombres calientes se ponen muy abajo y se ensucian, Sam literalmente boca abajo en la basura mientras su culo es arado duro y profundo, con Dave acelerando el ritmo mientras se acerca a un clímax cremoso y luego lo empuja todo de nuevo dentro del joven semental cornudo antes de dejarle dar su carga por toda la cara y la boca como el hambriento cerdo de corrida que es.