Joe, el chico de Scally, se prepara y nos enseña su casa. Con chándal y zapatillas deportivas por todas partes, el joven Joe nos hace un gran tour y se pone pantalones de fútbol y calcetines, dejando su gran polla dura como una roca para que la disfrutemos. Acariciándose mientras se pone las zapatillas, nos lleva al sótano de su edificio, donde encontró un colchón en un encuentro anterior. Los recuerdos hacen que su polla se estremezca y rezume pre-cum como un grifo. Soplando humo en nuestras caras, este sucio francés nos da palmadas y tira de su polla y sus pelotas hasta que se dispara, dejando el suelo cubierto de su esperma. Y si eso no es amor, no sabemos qué es.