El joven maestro jovencito colgado Felipe Capuco, de piel verde oliva oscura y cabello despeinado, espera a que llegue su subgullo subido y alto y lubricado su camisa de goma negra y roja. Obligando a su maestro, Dante Lucas hace esto, y trabaja con sus manos mojadas hasta la polla temblorosa de Felipe. Lamiendo sus labios mientras se arrodilla ante él y sorbe el grueso eje que sabe que pronto tocará dentro de él, Dante lo trabaja con gusto, su propio cuerpo liso enmarcado perfectamente en una camiseta de goma. Estos dos muchachos se vuelven resbaladizos con lubricante, sus brillantes trajes de goma se suman a la naturaleza sórdida del lado dominante de Felipe, ya que realmente es el dueño de este chico inferior después de rociar su trasero y su equipo de goma con una gran carga pesada.